sábado, 20 de febrero de 2016

EXPERIMENTO SOCIAL DEL RACISMO.

¡Buenas tardes! Cada semana mi grupo de trabajo asigna un rol a cada a uno de sus participantes y esta semana me ha tocado ser la crítica. He decidido comentar este vídeo:



En él se realiza un experimento social con el objetivo de mostrar cómo reacciona la gente ante el racismo. ¿Qué harías tú si escuchases unos comentarios racistas que pueden llegar a ofender tanto? Algunas personas prefieren no hacer nada y otras se unen al agresor, pero la gran mayoría se decide por defender al inmigrante.

En el experimento el agresor exige al chico que se levante de una parada de bus, justificándose en que ese sitio debe ser ocupado por alguien del país.
 “¡Vete a tu país, asqueroso!”; “¿no te puedes apartar un poco, sucio? No quiero ni que me roces”; “han venido aquí y han arrasado con todo” son algunas de las palabras que pronuncia el acosador.

“¿Y a mí por qué no me pides que me levante?” responde una señora al escucharle. Ahí está la cuestión. ¿Por qué hay que tratar a una persona como si fuese inferior a otra solo por ser de otro país? Posiblemente tenga otra cultura, otra forma de pensar, siga una religión diferente o apruebe otras ideologías políticas, pero es una persona. Puede ser que haya emigrado a Grecia buscando trabajo o unas mejores condiciones de vida en general. Habría que ayudar a estas personas y apoyarles, pero muchos creen que el país les pertenece a ellos solo por el hecho de haber nacido ahí y creen poder decidir quién entra y quién sale de él.
Hay personas que emigran por razones como esta, es decir, que se ven obligadas a hacerlo, y personas que deciden emigrar por placer. Sea cual sea la causa, no hay razón para hacer sentir inferior a una persona. Todos somos iguales y el hecho de haber nacido en zonas geográficamente distintas no nos hace menos dignos de respeto y cariño. Cada persona debe tener el derecho de decidir qué hacer con su vida sin miedo a ser rechazado.


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