¡Buenas tardes! Cada semana mi grupo de trabajo asigna un rol a
cada a uno de sus participantes y esta semana me ha tocado ser la crítica. He
decidido comentar este
vídeo:
En él se
realiza un experimento social con el objetivo de mostrar cómo reacciona la
gente ante el racismo. ¿Qué harías tú si escuchases unos comentarios racistas que pueden
llegar a ofender tanto? Algunas personas prefieren no hacer nada y otras se
unen al agresor, pero la gran mayoría se decide por defender al inmigrante.
En el experimento el agresor exige al chico que se levante de una
parada de bus, justificándose en que ese sitio debe ser ocupado por alguien del
país.
“¡Vete a tu país, asqueroso!”; “¿no te puedes apartar un poco,
sucio? No quiero ni que me roces”; “han venido aquí y han arrasado con todo”
son algunas de las palabras que pronuncia el acosador.
“¿Y a mí por qué no me pides que me levante?” responde una señora
al escucharle. Ahí está la cuestión. ¿Por qué hay que tratar a una persona como
si fuese inferior a otra solo por ser de otro país? Posiblemente tenga otra
cultura, otra forma de pensar, siga una religión diferente o apruebe otras
ideologías políticas, pero es una persona. Puede ser que haya emigrado a Grecia
buscando trabajo o unas mejores condiciones de vida en general. Habría
que ayudar a estas personas y apoyarles, pero muchos creen que el país les
pertenece a ellos solo por el hecho de haber nacido ahí y creen poder decidir
quién entra y quién sale de él.
Hay personas que emigran por razones como esta, es decir, que se
ven obligadas a hacerlo, y personas que deciden emigrar por placer. Sea cual
sea la causa, no hay razón para hacer sentir inferior a una persona. Todos
somos iguales y el hecho de haber nacido en zonas geográficamente distintas no
nos hace menos dignos de respeto y cariño. Cada persona debe tener el derecho de decidir qué hacer con su vida sin miedo a ser rechazado.
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